Tuesday, May 26, 2009

Demonios, demonios y pocos angeles


Durante el fin de semana fui a ver la película Ángeles y Demonios basada en la novela escrita por Dan Brown autor de la famosa novela El Código de Da Vinci. Además de ver la película también vi el documental Angels and Demons Decoded que produjo el History Channel. Tanto el documental como la película me gustaron mucho aunque decidí que no vuelvo a ver una película de la cual ya conozca la historia habiendo leído el libro. Aun cuando la película está muy bien hecha, el saber todo lo que va a ocurrir hace que sea difícil conectarse con la acción de la película.
La película es un rompecabezas que representa una historia de ficción montado con piezas basadas en la realidad. No hay nada nuevo en esta historia pero si considero importante la oportunidad de repasar elementos de la historia que nos lleva a lo que somos hoy día. No soy una persona religiosa y usando las mismas palabras de Robert Langdon, “la fe es un regalo que aun no recibo.” Por tal razón, si la religión es un tema sensible para ti, respeto tu posición y quizás el resto de este escrito no te va a gustar.
De aquí en adelante se puede escribir un libro pero seré lo mas breve posible. ¿Por donde comenzar? Creo que es mejor por el principio. El hombre en el proceso de desarrollar consciencia de si mismo necesita entender los elementos básicos de nuestra existencia; quienes somos, a donde vamos, cual es nuestra razón de existir y diferentes variantes de esas preguntas. Para contestar esas interrogantes, el hombre desde sus comienzos sigue dos caminos; la observación y la tradición. Estas dos vertientes no tienen elementos en común y no se complementan. Como resultado de estas tendencias obtenemos la ciencia y de la tradición se obtienen una serie de vertientes que de manera quizás desproporcional le voy a llamar religión. La ciencia basada en la observación tiene la limitación de que nuestros sentidos carecen de objetividad y por tanto las observaciones pueden variar según varían los individuos pero después de muchos años de observación se puede llegar a un consenso y crear unos argumentos que serán aceptados “universalmente” hasta que otras observaciones prueben lo contrario.
A diferencia del método de observación, la religión y sus creaciones crecen y se desarrollan en una gran variedad de estilos, colores, formas y sabores. Es quizás por esa razón que la herramienta que creamos los hombres para satisfacer nuestras necesidades existenciales forma más parte del problema que de la solución.
Ángeles y demonios enfoca su atención en algunas de las atrocidades cometidas por la iglesia católica pero de alguna u otra manera todas las religiones padecen de los mismos síntomas. En mi opinión, lo que se me hace demasiado difícil de entender es como nosotros, los seres humanos, tenemos la capacidad de tomar algo tan relativamente sencillo como el cristianismo y usarlo para destruir nuestro mundo y nuestra sociedad. Para aquellos que son cristianos, Jesús el Cristo le simplifico todo y resumió su mensaje de una manera muy compacta “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y más importante. Pero hay otro semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Toda la Ley se fundamenta es estos dos mandamientos.” (Mt. 22,36.38). Me pregunto que sucedió con el mensaje de El Cristo. En ningún momento dijo, “Crearas una institución burocrática inmensa que determinará lo que es moral y lo que no. Esta institución será liderada por una persona que no se equivoca aun cuando diga y haga las cosas mas absurdas sobre el planeta tierra.” Tampoco dijo, “Dios es sordo, por tal razón mientras más creas en mi mensaje, más fuerte debes gritar y para que el mensaje llegue lo más lejos posible necesitamos comprar emisoras de radio y televisión.” En ningún momento mencionó, “las personas encargadas de llevar mi mensaje vivirán como reyes. Crearan un impuesto del 10% para pagar por carros lujosos, ropas finas, palacios, catedrales, copas de oro para representar lo que hice yo con una copa de madera, comprarán influencia en los gobiernos y publicaran panfletos para repartirlos por las casas los sábados por la mañana.” En ningún momento mencionó, “escribirás un libro que recoja todos los eventos y palabras de esta época y lo harás lo suficientemente ambiguo para que cualquier persona que quiera hablar en mi nombre o en nombre de Dios pueda justificar cualquier cosa que se le ocurra por mas aberrante que sea.” Quizás le falto decir que “crearas un club social donde los miembros estarán obligados a ir una o más veces durante la semana para poder discutir algunos de los escritos del libro antes mencionado. En el libro debe haber una parte que diga “La vida es vana ilusión y querer atrapar el viento” pero esa parte será convenientemente ignorada.” Después de resumir su mensaje no dijo “oops, se me olvidaba, no solo llevarán el mensaje que les acabo de decir sino que también definirán lo que es la moral social. Desarrollaran dos morales, una pública y una privada, en la pública se condenará todo lo que es humano, sobre todo el sexo, no hagan caso a los que dicen que sin sexo desaparece nuestra humanidad y que por lo tanto debe ser una parte natural de nuestras vidas. En la moral privada pueden hacer lo que quieran sin importar genero ni edad.” La parte que quizás iba a decir pero se le olvido fue “y pobre del que no crea en las cosas que los lideres cristianos se puedan inventar, primero que nada se debe crear un régimen de miedo basado en el fuego eterno y si aun así las personas no se asustan lo suficiente como para no pensar entonces los queman con fuego verdadero. Las culturas y sociedades no cristianas pueden ser eliminadas en masa. En casos donde sea necesario usar el fuego o quitarle la vida a alguien, se puede obtener una derogación del requisito de amar al prójimo como a si mismo.” Quizás nuestros lideres religiosos hicieron las modificaciones necesarias al mensaje de El Cristo para desarrollar un concepto religioso mas fácil que el de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. Los lideres cristianos determinaron que si el prójimo no comparte sus ideas de lo que debe ser el gobierno, la televisión, el matrimonio, la religión, el idioma, el color de piel, la preferencia sexual, el partido político, el origen de la vida y del universo, el estatus social y nuestros equipos de deportes favoritos es imposible amarlo como a si mismo.
No critico a nadie que quiera seguir alguno de los miles de caminos que ofrecen las religiones pero en NINGÚN momento NINGUNA religión establece que la “salvación” es grupal, por tanto debo concluir que la “salvación” es individual y por tanto no debe existir necesidad de que el que crea en una religión deba convencer al que no crea para garantizar su salvación. En la religión debería existir una regla de “don’t ask, don’t tell”. Como decía el filósofo existencialista cristiano Soren Kierkegaard, no debe existir una diferencia palpable entre un cristiano y un no cristiano.

2 comments:

  1. Un comentario y un cuento. Lo triste es que dentro de la misma iglesia, que se supone que las personas crean en lo mismo, las personas creen e interpretan las cosas de maneras diferentes. Creo que el que lo dijo tenía razón cuando afirmó: “Cada cabeza es un mundo”. Yo creo que todos las personas religiosas tienen “pecados preferidos” y que piensan que Dios le perdonará ese pecado preferido, siempre y cuando no cometan los otros.

    Había una vez un sabio que vino a una aldea remota donde las personas de la tribu no conocían el fuego. El tomó dos palos y les enseñó a hacer fuego. Luego de enseñarles ésto, el sabio regresó a la “civilización”. Ellos estaban muy agradecidos del conocimiento recibido y el jefe de la tribu dijo: “Tenemos que hacer una caja para guardar estos palos y que las generaciones futuras puedan ver lo que nos regaló el sabio”. Al año ya tenían un edificio que habían construido para proteger la caja con los palos. A los cinco años tenían una estatua del sabio para recordar como era. A los diez años, ya estaban cobrando dinero por ir a ver los palos. Y veinticinco años después tenían el festival de los palos, donde sacaban los palos en procesión para que los pobres pudiesen ver los palos gratuitamente. Pero a la tribu se le olvidó lo más importante: sacar los palos de la caja y hacer fuego.

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