Wednesday, November 18, 2009

La pelea de Cotto y el deporte de la política

En Puerto Rico se dice que la política es el deporte nacional pero yo no había entendido esa realidad y sus nefastas consecuencias de una manera más clara que la manera que se presentó en todo lo relacionado a la pelea de Cotto vs Pacquiao.
 
Por alguna razón (quizás varias razones) a los puertorriqueños se nos hace difícil identificar elementos culturales universales que nos unifiquen como pueblo. Recuerdo la incomodidad que sentí durante la segunda presentación de Maná en Puerto Rico cuando el vocalista de Maná le dijo al público que le cantara algo típicamente puertorriqueño y después de un prolongado silencio el público comenzó a repetir a coro “Culea, culea”.
 
Algo que si nos une como pueblo es nuestra necesidad de competir pero no la de respaldar siempre al mismo bando. El sentido de competencia es algo que tiene unas raíces muy fuertes en nuestra cultura. Nosotros queremos competir y sobre todo queremos ganar. Desde las guerras en las pequeñas ligas en las que los niños juegan béisbol mientras los padres se enfrentan en peligrosas batallas, hasta los concursos de belleza, sin dejar atrás las peleas de gallo, las picas, el baloncesto, la doble A y todo lo que sea alguien contra alguien. De más está decir que en la ardua discusión sobre la definición del estatus resalta la necesidad de mantener la representación en Miss Universo (por encima de la representación en organismos internacionales como la ONU) y la necesidad de mantener un equipo olímpico, aun cuando muy pocas organizaciones y personas respaldan verdaderamente a nuestros atletas. Las victorias de nuestro equipo de baloncesto y béisbol ante las delegaciones de los Estados Unidos se celebran con una intensidad que no tiene comparación en nuestra isla.
 
En el caso del boxeo estamos hablando de “usted y tenga”. A través de los años nuestra isla ha sido representada por figuras muy prominentes en ese deporte y las generaciones más recientes han tenido en Tito Trinidad y Miguel Cotto dos de los gladiadores más destacados en nuestra historia deportiva. La importancia que le proyecta nuestro pueblo a estos atletas hace de estos una de las celebridades de mayor influencia en nuestro país, SIEMPRE Y CUANDO GANEN, y ahí es que esta el problema.
 
Días antes de la reciente pelea de Cotto, ni los expertos ni los apostadores favorecían al nuestro pero el pueblo se iba de pecho con Cotto porque era el de aquí. Aun mi amigo José expresaba “mi dinero está con Pacquiao pero mi corazón está con Cotto”. Al concluir la pelea y después haber recibido una cantidad de golpes peligrosísimos, Cotto se enfrentó y se enfrentará a los comentarios despiadados de muchos de sus compueblanos que se distancian del púgil lo más posible por el simple hecho de que no pudo producir la victoria. Es lamentable ver la manera en la que los medios se referían a la “paliza” que recibió el puertorriqueño y los lectores de los periódicos dejaban comentarios despiadados en los diferentes foros cibernéticos.
 
Todo el drama de la pelea de Cotto, me ayudó a entender porque mi país esta gobernado por una democracia no representativa. Durante las elecciones, al igual que en los deportes, a los puertorriqueños les gusta “ganar” y relacionarse con los que “ganan”. Escribo “ganar” entre comillas porque en los procesos electivos los candidatos no “ganan” y los partidos tampoco “ganan”, los políticos son electos y los partidos son favorecidos. Los resultados de las pasadas elecciones demuestran que la mayoría de los votantes cerraron sus oídos a las discusiones y los debates de los candidatos a la gobernación y enfocaron sus esfuerzos en identificar quien seria el “ganador”. En las pasadas elecciones ese proceso se facilitó ya que una vez el gobernador Acevedo Vila quedó en una posición de desventaja al recibir acusaciones de corrupción, los fanáticos del deporte político se alinearon con el candidato que entendían que indudablemente ganaría y con su partido. De ahí surge una ventaja sin precedente para Luis Fortuño aun cuando la mayoría de los miembros de su equipo habían demostrado sobre el terreno de juego que para ellos hay todo un catalogo de intereses que está por delante de los intereses del pueblo. Es por esa razón que hoy día, después de haber visto la destrucción del sistema público que desarrolla de manera estratégica la administración actual, aquellos que sufren las consecuencias de la falta de buen gobierno no pueden encontrar a aquellos que favorecieron a los que “ganaron” las pasadas elecciones, de la misma manera que los fanáticos del boxeo no esperaron a Cotto en el aeropuerto ni le organizaron caravanas de recibimiento. Cotto tiene muchas opciones, nuestro país cada día tiene menos y será cada día peor mientras los que buscan ganar hagan que nuestro país siga perdiendo.            

Thursday, November 12, 2009

Nada nuevo bajo el sol

Hace varias semanas que no escribo en este espacio. Hay muchas razones para eso y a la vez no hay ninguna. Es muy difícil mantener el optimismo cuando cada día las cosas se ven a nuestro alrededor pasan de lo absurdo a lo “fuera de este mundo”.
 
En Puerto Rico ya no se sabe quien establece el orden, quien mantiene el orden y quien sigue el orden. La continua adaptación del gobierno a intereses particulares es cada vez más increíble. Los gobernantes parecen vivir en un país y el pueblo parece vivir en otro. Ya está demostrado en múltiples foros que la reducción de nómina del gobierno fue simplemente una improvisación cirquera por parte de las personas que pueden tomar ese tipo de decisiones sin que nadie pueda hacer nada al respecto. Se presentan múltiples soluciones (como la eficiente del IVU) para evitar la reducción de personal y se demuestra que el tamaño del gobierno no es el problema principal que afecta las finanzas del gobierno pero todo cae en oídos sordos. Por otro lado, los medios continúan la campaña de eliminar la sensitividad y la capacidad de indignación del pueblo puertorriqueño convirtiendo las crudas imágenes de los asesinados del día en las “Noticias de Primera Plana”. Finalmente, los reyes del crimen continúan ejerciendo el poder absoluto que les otorga un gobierno inerte y ya ni se esconden en las sombras de la noche para hacer sus fechorías. Tal parece que con la ineptitud del gobierno, los criminales pueden aumentar sus ganancias aun eliminando el turno de 11 pm a 7 am. De los cientos de homicidios que se reportan, los únicos logros que alcanza el gobierno es encontrar un par de matitas en el cuarto de una casa y ni a los dueños de las matitas pueden atrapar. 
 
De los pocos funcionarios públicos que quedan después de aplicar la tijera privatizadora, aquellos que se mantienen haciendo su trabajo encuentran en los lideres electos, el mayor obstáculo para realizar sus funciones. En uno de esos casos, el mismo alcalde que respalda con toda su fuerza política la absurda idea de reducir el crimen reduciendo las horas de operación de los negocios de bebidas alcohólicas (Santini no sabe que los criminales ya no pierden noches), fue el que protagonizó el tantrum mayor cuando la policía se presento al negocio donde alteraba sus sentidos junto a sus amigos. El alcalde no se debería preocupar porque la unidad canina de la policía le fuese a quitar el pedazo de carne que parece que tenia en su bolsillo ya que esos perros profesionales están entrenados solo para identificar narcóticos. Parece sacado de una comedia de horror el hecho de que el alcalde desbandara al instante el grupo de policías municipales que participaban en la inspección, el mismo día en que se presenta la idea de municipalizar la fuerza policial. Supongo que lo próximo será una tarjeta Platinum vitalicia de “salir de la carcel” al estilo Monopolio a todos los funcionarios del gobierno. Claro que no seria una idea nueva ya que se repartieron muchas de esas tarjetas a los funcionarios de la administración de W (y no es el partner de Yandel).
 
En los Estados Unidos pienso que primero comenzarán a llover espaguetis con albóndigas antes de que las cosas tengan algún sentido. El presidente ganador del Nobel de la Paz se encuentra desarrollando planes para aumentar el número de soldados que envía a una guerra la cual aun no se sabe porque se está peleando ni cual es la métrica que se puede usar para medir su progreso. Por otro lado la Cámara de Representantes acaba de aprobar una reforma de salud la cual a quien UNICO beneficia es a las aseguradoras que son las mismas que se culpan del problema original de falta de servicios de salud. El nuevo plan de salud (que posiblemente no pasará del Senado Federal) le presenta a las aseguradoras un nuevo mercado de sobre 40 millones de clientes nuevos para expandir sus ganancias.
 
Quizás lo único que valga la pena señalar en estos días es el aniversario de la caída del muro de Berlín, evento que entre muchas cosas representó el comienzo del fin en la REDUCCION de la “Guerra Fría” y la eventual caída del majestuoso imperio soviético luego de una interminable guerra en Afganistán y bajo la presidencia de un enérgico y joven presidente quien desarrolló un gobierno basado en “el cambio” (la famosa “perestroika”) y que en el 1990 recibió el Premio Nobel de la Paz. No se, pero por alguna razón eso me suena familiar ;)