Wednesday, July 1, 2009

Conversaciones – La guerra


Aportación de Martin

Ahora sugieres que hablemos de la guerra, en verdad aquí si hay mucho que decir así que para no terminar escribiendo un libro voy a ideas generales sobre la naturaleza de la guerra.

Hay un señor que se llama Bahar Leventog˘lu que escribió un ensayo muy bueno titulado “The Armed Peace: A Punctuated Equilibrium Theory of War.” En ese ensayo el habla de que no deberíamos enfocarnos en las causas de la guerra, según él deberíamos analizar la razón por la que terminan las guerras. Una guerra termina cuando finalmente se llega a un acuerdo. Si ese acuerdo no existía antes de comenzar la guerra quiere decir que ambas partes no tenían la misma información. Sobre todo, ambas partes consideraban que podían forzar su voluntad y una vez se desarrolla el conflicto, una de las partes descubre que es más débil que la otra. El problema está en que independientemente quien gane la guerra, ambas partes terminan en una posición peor a la que comenzaron, lo que hace que la guerra desafíe la razón y la lógica.

En mi opinión, creo que la tendencia al conflicto es algo natural en los seres humanos. En las primeras escenas de la película 2001 A Space Odyssey se infiere que desde que comenzamos a vivir en comunidad, los humanos imponían su voluntad por medio de la fuerza. Esta idea aplica tanto al individuo como a la colectividad y las razones para entrar en un conflicto aplican de igual manera.

Es interesante como en la mayoría de los enfrentamientos tanto de carácter individual como de carácter colectivo, la raíz o la causa principal tiene que ver con espacio. El otro día caminaba por un estacionamiento y un carro tenia una calcomanía que decía “An armed society is a polite society.” No hay nada más lejos de la realidad pero la persona que produce una idea como esa piensa que tiene una manera efectiva de proteger su espacio y si alguien no deseado entra en su espacio, le pega un tiro (supongo que si ambos están armados entonces es una mini-guerra). La persona que ideó esa calcomanía definitivamente no conoce casos como el de Rwanda donde todos tenían machetes y el resultado no fue muy “polite”. Tal parece que el control del espacio tanto individual como colectivo es una de las más grandes formas de conceptualizar el poder. A diferencia de todos considerarnos iguales como entiendo que lo somos, muchas personas, la mayoría quizás, tiene una necesidad de tener poder y poder utilizarlo con los demás.

Si vamos un poco más lejos y le buscamos la lógica a lo que significa el control de un espacio entonces la guerra y los conflictos tienen aun menos sentido. Piensa en lo que representa una frontera, una línea totalmente imaginaria que marca el espacio donde un grupo de personas con intereses comunes viven. Sin embargo, durante la historia de la humanidad millones de personas han perdido la vida para defender esas líneas imaginarias. Peor aun, en el día de hoy hay personas perdiendo sus vidas para defender esas líneas imaginarias de las personas que se sienten más poderosos porque controlan diez millas cuadradas más que su vecino.

Por otro lado, y espero no contradecirme, una vez aceptamos las líneas imaginarias como nuestra realidad y decidimos vivir dentro de los limites de un espacio donde compartimos intereses en común con las personas que nos rodean, entonces la colectividad se tiene que preparar para que otro grupo de personas no venga a imponer su voluntad. El resultado, la segunda guerra mundial (la única guerra que podría tener algo de sentido una vez comenzó) o las conquistas de Alejandro o la invasión de Irak a Kuwait. Como alguien le puede encontrar sentido a esto, no tengo idea.

En las últimas generaciones (más que en generaciones anteriores) hemos tenido guerras que no necesariamente se relacionan con el control de un espacio pero sí con el manejo del poder. David H. Clark publicó un ensayo con una perspectiva muy interesante. Todos sabemos que en ocasiones los líderes toman acciones radicales para desviar la atención de los ciudadanos, sobre todo en democracias representativas donde los líderes se preocupan por la reelección. Clark desarrollo un análisis entre condiciones como la tasa de desempleo y su influencia sobre la decisión de ir a la guerra. En otras palabras, si a un presidente las cosas no le van muy bien, una opción viable es atacar a un país soberano. Eso me suena demasiado familiar. A propósito, una vez estaba en Italia y me puse a ver un programa de noticias donde estaban discutiendo la invasión a Irak y uno de los analistas se refirió a los terroristas de Irak, inmediatamente otro panelista lo corrigió diciéndole que los residentes de Irak que pelean contra los invasores representan la resistencia ya que no es terrorista alguien que defiende su espacio de un invasor. Me sentí muy bien al saber que hay personas en los medios que tienen su propio cerebro y hasta pueden usarlo.

De relaciones como la que presenta la gráfica que incluyo salen disparates tales como la guerra de Vietnam, la guerra de Korea y las más recientes que conocemos como la del golfo. Condiciones como esta hacen que el confiar en los gobiernos sea muy difícil. El deseo de poder hace que las personas tomen las decisiones más absurdas del universo pero como dice el dicho “Cuando estés en la tierra, compórtate como terrícola.” El comportamiento de estos “lideres” hace que la guerra entre Lilliput y Blefuscu tenga sentido. Después de todo no hay una manera correcta de pelar un huevo.

Claro que no veo nuestra condición con pesimismo total. Tal parece que continuamos evolucionando desde aquel sapiens que peleaba por cualquier cosa y ya tenemos herramientas como la ICJ la cual aun cuando no se reconoce su autoridad totalmente, cada día avanza un poco más aunque sea a pasos de hormiga. Al menos la ICJ ha logrado con éxito evitar conflictos por el trazo de las líneas imaginarias por las que le gusta pelear a los países. Quizás por el hecho de que la guerra entre países está perdiendo algo de popularidad, ahora nos quieren meter la guerra en nuestras casas para que no perdamos la costumbre con las famosas guerras contra la criminalidad, guerra contra el hambre, guerra contra las drogas y la guerra contra el terrorismo de las cuales yo preferiría mas acción y mejores nombre como alimento para todos, educación para todos, salud para todos y dialogo sobre todas las cosas.

Aportación de Manolo

El tema de la guerra es interesante porque yo siempre he pensado que, a diferencia de lo que nos hacen creer, el ser humano es violento en su naturaleza intrínseca. Los “bullshiteros” nos quieren hacer creer que los seres humanos han evolucionado de la barbarie a la civilización y que ahora estamos mejor que hace dos o tres mil años en cuando a la violencia se refiere, pero realmente si analizamos el asunto, lo que hemos conseguido es lograr formas más efectivas de matarnos los unos a los otros. Los “barbaros” necesitaban mucha gente para poder matar a mucha gente, hoy día lo que hace falta es un pendejo que sepa volar un avión y una bomba de hidrógeno para matar a millones con apretar un botón. En realidad en la antigüedad no había forma de matar millones de personas en una guerra.

Ahora bien, la guerra también se ha convertido en un negocio. Las peores guerras de estos tiempos ya no son por asuntos religiosos. Las guerras actuales en su mayoría son por el control de recursos o por simplemente hacer más ricos a los ricos. Lo interesante es que los que en realidad tienen el sartén agarrado por el mango, consiguen del apoyo de las masas apelando a su aspecto emocional. Por ejemplo, el patriotismo. Yo soy víctima de esto, yo soy muy patriótico y hasta me iría a las armas por defender la patria. Que conste que no estoy hablando de gringolandia, estoy hablando de Puerto Rico, en caso de que alguien crea que Puerto Rico realmente es parte de los Estados Unidos. Pero hablando de gringolandia, este es el mejor ejemplo del patriotismo usado para lograr acólitos a la “religión de la guerra”. Aquí se usan frases para fomentar esto como: “The leader of the free world”, “Freedom is not free”, “The most powerful man in the world”, “Support out troops”, The best country in the world” y muchas otras, créeme que aquí donde vivo las he escuchado todas. Todas estas frases contribuyen a que los gringos, como los Ponceños se creen que, nosotros somos lo que somos y lo demás es parking. Lo triste es que no sólo los gringos se lo creen, sino que han vendido al mundo la misma idea y muchos se lo han creído. Esto me recuerda a algo que dijo John Lennon hablando de The Beatles: “Nosotros nos creímos que éramos el mejor grupo del mundo, y fue sólo cuestión de tiempo para que todos los demás se lo creyeran”. Por cierto, haciendo un aparte, yo soy de los que creo que ellos son más grandes que Jesucristo, como también dijo John Lennon.

Si la propaganda nos hace pensar que $5,000 no es pagar mucho por una piedrita transparente de menos de tres milímetros, pues imagínate lo que puede hacer la propaganda para promover la guerra.

Una película que vi hace unos meses y que se la recomiendo a todos es Lord Of War. La película, aunque ficción, no está muy lejos de la realidad sobre el tráfico de armas y la guerra. La película presenta la triste realidad del tráfico de armas y como unos pocos se lucran de la guerra. Una línea que me gustó mucho en la película la dice el personaje principal discutiendo sobre cómo la gente se mata a causa de las armas que el vende: “Yo no pongo una pistola en la cabeza de nadie y hago que la disparen. Pero disparar es bueno para el negocio. Yo prefiero que la gente dispare mis armas y falle, siempre y cuando estén disparando”. Otra película que es interesante sobre las verdaderas razones para las guerras en las que los Estados Unidos han estado envueltos es el documental “Why we fight”.

Yo personalmente pienso que no hay ninguna buena razón para irse a la guerra. Quizá sea una idea un poco utópica, por lo que escribo en el primer párrafo, la gente es violenta. Estoy en el punto de que hasta me molesta la propaganda. Yo pienso que la mejor manera de apoyar a nuestras tropas es trayéndolos a casa y reunirlos con su familia. De la guerra relacionada a la religión no voy a hablar porque todos sabemos que las ideas religiosas han sido la gasolina que ha movido un sinnúmero de guerras en el pasado y con los últimos acontecimientos en Irak, no dudemos que para algunos la guerra de Irak es una guerra religiosa. De todos modos, no le veo solución a la situación porque en realidad las masas son muy fáciles de manipular, y siempre habrá alguien que será un maestro en ese arte. Y si no, explotamos un barco militar o aterrizamos un avión en una torre de oficinas para justificar nuestras razones.

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  3. Martín: en mí primer escrito cuestioné el
    ¿Por qué debatir algo que se encuentra totalmente fuera de nuestra toma de decisiones? Si yo tuviera el poder de ordenarle a una Nación, exigiría un sistema en el cual se analizaran vías globales para poder alcanzar la paz mundial (esa sería mí Utopía). Aportando así a una conclusión idealista para nuestra historia.

    Con relación a este tema hay tela para cortar, y no poseo el tiempo que deseo para poder escribir todo lo que pienso.
    No es que este a favor de guerra alguna, pero aparentemente el que
    la ordena cree firmemente que la guerra es la paz del futuro.

    Y lo borré. ¿Por qué? Lo borré porque me sonó estúpido! Este tema es algo EXTREMADAMENTE DEBATIBLE desde diferentes puntos de vista y para poder discutirlo es sugerible una conversación verbal.

    Entonces por segunda ocasión decidí dejarte saber mí pensar y lo volví a borrar. Esta vez porque me estaba contradiciendo. Me contradigo al querer argumentar en algo que se encuentra totalmente fuera de la toma de MIS decisiones.

    Y ahora por tercera ocasión te escribo porque si no aclaro esto no podré acostarme a dormir tranquila. Admito que estoy perdiendo horas de descanso y considero una pedida de tiempo el romperse la cabeza pensando en buscar soluciones a un conflicto que aunque nos afecte, no nos pertenece. Y sí nos perteneciera: AL GOBIERNO NO LE IMPORTA 3 PEPINOS lo que nosotros podamos pensar. ¿Acaso los Gobiernos le envían un cuestionario a cada ser perteneciente a su nación a ver quien está de acuerdo o no con sus dictaduras? Y no traigas a colación los referéndums porque esos son para el disimule.
    El gobierno podrá pretender que le interesa tu posición, pero al fin de cuentas, todas las decisiones tomadas serán para beneficio y enriquecimiento propio.

    Otro de los motivos al borrarlo la segunda vez fue lo que escribí en mí oración final cuando trato de explicar que probablemente se nos olvida que aparentemente él que ordena una guerra cree firmemente que la guerra es la paz del futuro, entonces aquí se abre otra vertiente; La de definir cuales son los términos que definen PAZ para la persona q cree q la guerra es la solución para conseguirla.

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  5. Se me acabo el tiempo. He dejado mi argumento abierto, luego continuo. :)

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  6. Martín:

    Ahí está el tema para la próxima discusión. La paz: ¿utopía o alcanzable?

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