Friday, December 11, 2009

El Oscar al mejor actor en la categoria de Paz

El 11 de diciembre debió ser un día de reflexión tanto aquí como allá. Las ideas que tenemos como humanidad sobre conceptos básicos que mantienen nuestra integridad social están cambiando de manera demasiado rápida como para poder procesarlos de una manera saludable. Ayer pude ver como uno de los lideres de mayor influencia en el mundo trató inútilmente de justificar la guerra al recibir un premio por sus acciones en respaldo de la paz, terminando su mensaje en un intento fallido de redefinir lo que representa la paz para todos nosotros.
 
Creo que nadie pudo resumir lo que sucedió ayer en Oslo mejor que Nestor Duprey durante su programa de Fuego Cruzado, por esa razón me uno a Nestor cuando expresó que ayer el candidato Obama fue traicionado por el presidente Obama. El candidato Obama representó para muchos de nosotros una esperanza de cambio. Muchos identificamos ese cambio como lo que hacia falta para un renacer de los Estados Unidos, Puerto Rico y del mundo entero, sobre todo luego de los años de descomedimiento político de la administración de W. Para darle el beneficio de la duda a la organización del Premio Nobel, voy a presumir que las personas que determinaron la elegibilidad del presidente Obama al Nobel de la Paz, al haber determinado esa elegibilidad pocos días después de la juramentación del presidente, estaban embriagados del mismo deseo de cambio categórico en las políticas internacionales que teníamos todos. No hay otra manera de explicar el contraste ideológico que se observó ayer.
 
Entiendo que son muchos los factores que separan totalmente la intención del Premio Nobel de la Paz de las acciones del presidente Obama. El más importante de estos factores, y que la gran mayoría de las personas no reconoce, es que los Estados Unidos no se encuentra peleando dos guerras. Los conflictos en Irak y Afganistán no representan guerras, esos conflictos representan la resistencia de pueblos soberanos a invasiones armadas. En ningún momento desde su comienzo, se han identificado razones justificables para la invasión del pueblo soberano de Irak. Esto fue un tema de discusión antes de la invasión el cual fue validado poco más tarde, cuando luego de no encontrar ni una sola arma de destrucción masiva, tampoco se pudo establecer prueba de una relación entre redes de terrorismo y el gobierno de Irak. Esas dos razones tienen el suficiente peso como para que el presidente Obama, inmediatamente después de su juramentación, comenzara a remover todos y cada uno de los recursos militares desplegados para esa invasión. La máxima estabilidad que pueda tener el pueblo de Irak solo se puede alcanzar el día en que puedan enfocar sus intereses en mantener su integridad como país pero nunca será un pueblo estable mientras la sociedad este fragmentada sobre como reaccionar ante un invasor armado. Estoy seguro que los ciudadanos de cualquier país, incluyendo a Costa Rica, hubiesen resistido con todas sus fuerzas una violación a su soberanía. Por otro lado, el caso de Afganistán representa un laboratorio fracasado para el desarrollo de estrategias militares no convencionales. Esa invasión comprueba que es imposible combatir contra un país por conflictos creados por un sector de ese país. En otras palabras, los movimientos terroristas representan un cáncer social pero el tratamiento recetado fue matar al paciente. El terrorismo no se combate con balas, si fuese así, para erradicar el terrorismo seria necesaria una invasión a Pakistán, Yemen, Somalia y muchos otros países, después de todo las personas que quieren hacer ese tipo de daño ni siquiera tienen que depender de una ubicación geográfica ya que la tecnología nos permite estar en cualquier lugar en cualquier momento. De continuar con el mismo tipo de estrategias, el resultado de ambas invasiones jamás será la paz para estos dos pueblos.
 
Además de estos factores que sobresalen ante todos los demás, hay otros factores que no dejan de ser menos importantes. La inacción de la administración del presidente Obama ante el golpe de estado en Honduras crea muchísima ambigüedad. Es difícil entender como es posible que el país que desea exportar sus libertades y su democracia, no reaccione de inmediato y con firmeza ante un atropello de tal magnitud a la democracia de un país, sobre todo un país de su mismo hemisferio. La frialdad de la administración a tan repudiable falta quizás armoniza con sus acciones en la remoción de gobiernos soberanos en el medio oriente pero lo inaceptable de todo esto es que las acciones en medio oriente fueron iniciadas por el presidente que representaba todo lo que no es deseable en un presidente, a diferencia del presidente de cambio, de esperanza y ganador del premio Nobel de la Paz.
 
No se pueden ignorar factores adicionales como la negativa del presidente Obama de recibir en la Casa Blanca a Dalai Lama, ganador del Premio Nobel de la Paz, por entender que dicha acción creaba asperezas con el gobierno chino, el cual no se caracteriza por sus respaldo a la paz pero si por sus abusos en contra de los derechos humanos. Tampoco se puede ignorar la falta de liderazgo influyente en el conflicto de Israel y Palestina, el silencio total y absoluto ante el encubrimiento de los delitos cometidos por lideres de la Iglesia Católica en los Estados Unidos principalmente en contra de menores de edad, el engaño que representa la reforma de salud, el aumento de la inaccesibilidad a la educación universitaria por el aumento desmedido de sus costos, la inacción sobre la creación de controles para la posesión de armas de fuego y la continuación de la pena de muerte, factores que no contribuyen al fortalecimiento de la paz pero si a todo lo que represente lo contrario a eso.
 
La pentagonización de Obama representa mejor lo que fue la vida de Alfred Nobel que lo que promueven los reconocimientos que fueron creados en su nombre.

Thursday, December 10, 2009

La otra opción

Como quizás era de esperarse, continuando con lo que se está convirtiendo en una tradición del PNP luego de ser favorecidos en eventos eleccionarios, soplan en Puerto Rico vientos de plebiscito. Al igual que en todas las ocasiones anteriores existen tres líneas de pensamiento en el pueblo; aquellos que entienden que una consulta local totalmente desconectada del congreso federal puede de alguna manera adelantar la definición para un nuevo estatus en la isla, también están los que ven este tipo de iniciativas como lo que es, una encuesta política financiada con fondos públicos y finalmente mi grupo, los que opinamos que es una perdida de tiempo.
 
Considero que la discusión seria del estatus político de la isla es en este momento el asunto más importante para nuestro país. Los problemas de mayor relevancia que enfrenta Puerto Rico en este momento; la economía, la criminalidad, el desempleo, la fragmentación del núcleo familiar, la erosión de nuestros valores culturales y la merma en los valores éticos de nuestros líderes políticos, se pueden relacionar directamente con las contradicciones que rigen el estatus de nuestra isla.
 
Si se observa el conflicto de nuestro estatus desde un aspecto estrictamente económico, aun con lo complejo que pueda ser, entiendo que se puede simplificar a elementos sencillos y muy fáciles de entender. Económicamente, Puerto Rico no tiene una presencia global y la actual relación con los Estados Unidos simplemente profundizará cada día más este problema. Puerto Rico se rige por una estrategia económica de liberación de mercados económicos que no armoniza con nuestra realidad como país. En este momento, nuestro país no tiene la capacidad para crear, desarrollar o hacer crecer ningún sector del mercado que pueda estabilizar nuestra economía. Uno de los mejores ejemplos, entre los muchos que existen, es la falsa noción de que Puerto Rico es un destino turístico reconocido mundialmente. Un turista que no sea ciudadano americano, tiene las mismas limitaciones para visitar nuestra isla que tendría si quisiera visitar Washington DC. Existen leyes para proteger a los Estados Unidos de la entrada de visitantes con malas intenciones las cuales no tienen ninguna relevancia en la isla y que hacen que cualquier otro destino turístico del caribe sea mucho mas atractivo que nuestras playas.
 
PAUSA DE ENFASIS: El ser pro-Puerto Rico no implica ser anti-Estados Unidos o anti-absolutamente nada. (Una buena oportunidad de negocios para crear un bumper sticker)  
 
Nuestra necesidad como país de desarrollar leyes que protejan el desarrollo de nuestros mercados económicos para la protección de los mercados a través de la imposición de arbitrios o regulaciones a las importaciones, es totalmente imposible mientras se mantenga una relación de interdependencia con los Estados Unidos. (Quizás debo enfatizar que la relación con los Estados Unidos es una de interdependencia en base a los beneficios que obtienen ambos países debido a esa relación.) No existe un solo país en el mundo, incluyendo a los Estados Unidos como mayor promotor de mercados libres, que tenga una economía sólida y robusta, sin haber pasado por un periodo de protección de sus mercados antes de promover el libre comercio, una vez esos mercados están establecidos. Aun hoy día los mercados no son totalmente libres y vemos como hace unos meses hubo un conflicto entre los Estados Unidos y China por las implementaciones de regulaciones en las importaciones de gomas de carros por parte de los Estados Unidos para proteger su mercado local. Para aquellas personas que quieran ver ejemplos exitosos de estrategias de desarrollo de mercados económicos, pueden estudiar una de mis referencias favoritas; el crecimiento económico de Corea del Sur en los últimos treinta años y entender como se convirtieron de un país comparable con Haití, a una potencia económica mundial.
 
Por otro lado, entre las opciones de estatus para la isla, la independencia resultaría en una estocada igualmente de letal a nuestro sistema que la estadidad. Durante más de cien años de desarrollo de nuestra interdependencia con los Estados Unidos, hemos desarrollado una independencia total del resto del mundo. Por tal razón, tanto la estadidad y como la independencia, no se ajustan a nuestras necesidades inmediatas ni mucho menos a largo plazo de nuestro país. Creo que no hay necesidad de hablar del estatus actual ya que si el estatus actual fuese una solución, entonces no habría necesidad de discutir el tema en lo absoluto. Debo señalar que siempre he visto el ELA como un proceso de transición que cumplió con la meta de establecer la infraestructura que necesitaba nuestro país para de ahí pasar a otra etapa de desarrollo la cual aun no se materializa.  
 
Habiendo girado todas estas ideas por mi mente en los últimos días, pensaba yo en como obtener algún beneficio de lo que considero será la inevitable consulta inerte de estatus que hará el PNP. Pienso que en muchas ocasiones se pueden obtener resultados productivos de un proceso irrelevante como lo será esta consulta. Meditaba sobre como por ejemplo, hubo personas que tomaron un instrumento de matanza, como lo son las armas de fuego, y lo convirtieron en el deporte de tiro al blanco. De esa gestación de ideas surgió lo que podría ser una nueva opción en la definición de nuestro estatus.
 
Los puertorriqueños que queremos un renacer para nuestro país podemos utilizar la consulta de estatus para presentar la idea de la integración de Puerto Rico al resto del mundo. Promovamos la idea de la integración. El mundo no esperará por nosotros y con respecto a la integración, tenemos muchísimo terreno que recuperar. Nosotros tenemos mucho más que ofrecerle al mundo que simplemente boxeadores, actores y cantantes y de igual manera en que podemos hacer aportaciones al resto del mundo, en la integración está lo que posiblemente sea nuestra única opción de desarrollo como pueblo.
 
Un viaje de mil millas, comienza con un simple paso. Los invito a que caminemos en la misma dirección. De lo contrario caminaremos mil millas más y nos quedaremos en el mismo lugar.
 
 
 
   
 
 

Friday, December 4, 2009

Venta de liquidación del gobierno

Hoy la prensa presenta evidencia que confirma lo que escribí en este espacio hace unas semanas sobre el plan Fortuño para vender a Puerto Rico.
 
El director ejecutivo de la Autoridad de Puertos reveló hoy que espera recibir $1,000 millones por la privatización de la administración del aeropuerto Luis Muñoz Marín. Quizás el piensa que nosotros no entendemos lo perjudicial que puede ser estar movida y a la vez piensa que los puertorriqueños somos ignorantes. Por esa razón expresó, “nosotros seguimos siendo dueños del aeropuerto, lo que hacemos es que buscamos una empresa privada que lo maneje y a cambio de eso, un consorcio privado nos estaría dando dinero al pueblo de Puerto Rico como adelanto por la operación del aeropuerto”.
 
Primero que nada espero que la oposición, los trabajadores, los estudiantes y todos los ciudadanos se opongan a medidas como esta. De no hacerlo, demuestran que no entienden el concepto de que Puerto Rico es una nación donde todo está interconectado. El abuso del gobierno con la cantidad de desempleo que se produce diariamente, el abuso con el descuido total de la educación y el maltrato de el pueblo de Puerto Rico en general, se manifiesta desde la designación de lideres de seguridad, como el jefe de la policía, bajo cuyo mandato la criminalidad se dispara de manera preocupante, hasta medidas como esta, que según el gobierno no nos quita el patrimonio nacional pero nos quita su utilidad.
 
Primero que nada, la cantidad de dinero es insignificante si no se conoce el termino de duración del contrato. Si una empresa privada está dispuesta a pagar un billón de dólares por administrar el aeropuerto por un año entonces se les debe arrancar la mano pero si es por un contrato de 50 años, entonces es simplemente un disparate. Las empresas no tienen una maquinita para fabricar dinero de la cual le darán al gobierno de Puerto Rico $1,000 millones simplemente porque quieren ayudar al país. En una inversión como esta lo menos que debe esperar el inversionista es generar una ganancia que triplique su inversión.
 
¿y como ocurre esto? Verdaderamente es algo bastante sencillo. El aeropuerto tiene una cantidad de costos de operación; agua, luz, mantenimiento, personal, etc. También el aeropuerto tiene ingresos: los que pagan las tienditas que están allí, lo que pagan las líneas aéreas por el uso de los terminales, etc. Como en todo negocio, la diferencia entre la operación y los ingresos es la ganancia. Ahora el análisis se simplifica. Muchos de los costos de operación son fijos, con excepciones como la nomina que puede variar, pero los ingresos dependen de la cantidad de dinero que se les cobre a las líneas aéreas y a todo aquel que desarrolle algún tipo de negocio en el aeropuerto. En base a esto solo hay una manera de aumentar la ganancia, lo que constituye el único interés del inversionista, y esa manera es aumentando el costo de las empresas a quien le sirve el aeropuerto. Al final del día, si a una línea aérea le cobran más por usar un terminal, ¿entonces quien creen ustedes que pagará los costos adicionales? Usted y yo, no contaban con mi astucia.
 
Este señor dijo, “jamás manejándolo nosotros podríamos estar recibiendo de golpe una cantidad como tal, un billón (de dólares), sin perder el patrimonio nacional” y en eso tiene toda la razón porque esa cantidad solo se puede recibir a través del periodo de tiempo que dure el contrato. Me explico, si el contrato es de 30 años, el gobierno de Puerto Rico posiblemente podría generar muchísimo más de $1,000 millones, pero los políticos, quienes en su mayoría su mente tiene una fecha de expiración de cuatro años, prefieren obtener $1,000 millones hoy, que obtener $100,000 millones en 30 años. La capacidad DEL PUEBLO DE PUERTO RICO de obtener esa ganancia de su “patrimonio nacional” quedará comprometida por los próximos 30 y quien sabe si hasta 70 años, que es la duración por excelencia de este tipo de contratos. De que nos vale ser dueños de la cáscara y que la cáscara sea nuestro patrimonio nacional, cuando el jugo se lo reparten entre los inversionistas, que de paso les aseguro que no serán puertorriqueños, lo que representará una mayor filtración de nuestro capital nacional al exterior y un golpe más al debilitamiento de la economía de nuestro país.
 
Por último, antes de cerrar, quería comentar brevemente sobre la ironía que representa el hecho de que el ganador del premio Nobel de la Paz, acaba de anunciar la expansión de una guerra. Sigo esperando el cambio y sigo pensando que “si se puede” aunque parece que nada de eso llegará con el actual ocupante de la Casa Blanca. Por un momento cierro los ojos y pienso si seria mejor bajo la presidencia del “comander in chif” Fortuño, los ojos no se quieren abrir a una realidad como esa pero la carcajada es inevitable.