Thursday, June 14, 2012

Los tres lobitos

Había una vez tres lobitos
que no dejaban de pensar
como entrar en la casa de ladrillos del cerdo.
Soplar ya no servía,
pues llevaban más de 100 años en eso.

Aun sin una idea clara,
cada lobito afilaba sus colmillitos
pensando lo que haría una vez adentro,
y aunque sus intenciones eran diferentes,
creían que era más fácil si trabajaban juntitos.

El primer lobito dijo,
“nos escondemos cerca de la puerta
pues en algún momento tendrá que salir el cerdo,
y una vez abra la puerta,
nos metemos con él adentro.”

El segundo lobito dijo,
“que tal si construimos una casita de ladrillos
pegadita a la del cerdo,
y cuando este lista
por un hueco que hagamos
a la casa de ladrillos del cerdo nos metemos.”

El tercer lobito dijo,
“¿Y para que molestarnos con el cerdo?
si es tener mi propia casa lo que quiero,
mejor hacemos ruido hasta que salga,
le pateamos los perniles y nos metemos.”

Y aun así sin un acuerdo
los lobitos decidieron hacer algo en la casa de ladrillos del cerdo,
pero cuando uno le pregunto al otro
en que dirección caminaban,
ninguno sabia donde encontrar la casa de ladrillos del cerdo.

… y nunca antes los lobitos habían escuchado tan alborotoso silencio.