Tuesday, December 14, 2010

Reflejo

Throughout history, it has been the inaction of those who could have acted; the indifference of those who should have known better; the silence of the voice of justice when it mattered most; that has made it possible for evil to triumph.
Haile Selassie I


La verdadera sabiduría se encuentra en los lugares que menos esperamos. Aquellos que leen este espacio frecuentemente sabrán que admiro mucho a los comediantes porque son de las pocas personas en los medios que dicen las cosas tal y como son. En esta ocasión quiero tomar prestadas las palabras del fenecido sabio George Carlin. Carlin dijo:

“Hay una cosa que quizás habrán notado de la que no me quejo: políticos. Todos se quejan de los políticos. Todo el mundo dice que no sirven. Bueno, ¿de donde piensa la gente que salen los políticos? Ellos no caen del cielo. Ellos no pasan por una membrana desde otra realidad. Ellos vienen de padres americanos y de familias americanas, escuelas americanas, iglesias americanas, empresas americanas y universidades americanas, y son elegidos por ciudadanos americanos. Mi gente, es lo mejor que podemos hacer. Eso es lo que tenemos para ofrecer. Es lo que nuestro sistema produce: entra basura y sale basura. Si lo que hay son ciudadanos egoístas e ignorantes, tendremos líderes egoístas e ignorantes.”

Las palabras de Carlin son muy fuertes y si se toman en serio pueden ser muy controversiales pero eso no les quita lo de cierto. Carlin se refería a los políticos de los Estados Unidos, su país, pero creo que las cosas no varían mucho en nuestro país. Generalmente no hago argumentos absolutos y solo por esta vez, me voy a tomar la libertad de decir que en general los puertorriqueños somos buenas personas. Lo lamentable es que de esas buenas personas, un 52.84% o 1,025,945 de electores le otorgaron al gobernador Fortuño y sus secuaces el mandato de ser gobernador. Quizás sea cierto que es imposible conocer lo que será un gobernante antes de que gobierne pero eso no quita que de igual manera, aun aquellos que votaron por el, reconozcan que nuestro país vive en un caos. Un candidato que no se cansaba de decir que su predecesor le había metido las manos en el bolsillo al pueblo, metió la mano y todo lo que pudo (y aun le faltan dos años más) en todas las zonas virginales que nos quedaban como país. Fortuño ha hecho ver su criticada “metida de mano en el bolsillo” de la administración anterior como una caricia de un romance inocente.

Hoy la policía, compuesta de puertorriqueños como tu y como yo, recibe ordenes para cazar a aquellos que sin miedo y pacíficamente aun creen en un mejor futuro para nuestro país. Ser estudiante no es una opción, es una decisión de cuidadnos valientes que creen que el futuro puede ser mejor y por eso entregan años de su vida a una idea noble. No se de que manera fue que permitimos que los peores enemigos de nuestro país, sean los que deciden quien vive y quien no, porque en Puerto Rico, la educación es un asunto de supervivencia.

Durante el surgimiento del nazismo, el pastor Martin Niemöller reflejó con sus palabras su frustración con los intelectuales alemanes que no hicieron nada ante los atropellos que estaban ocurriendo. Niemöller dijo:

Primero vinieron por los comunistas,
y yo no protesté porque no era comunista.

Entonces vinieron por los unionados,
y yo no protesté porque no era unionado.

Entonces vinieron por los judios,
y yo no protesté porque no era judio.

Entonces vinieron por mi,
y en ese momento ya no quedaba nadie que protestara.


Sin pretender atentar contra la memoria de Niemöller, quiero replantear sus palabras.

Primero vinieron por los empleados públicos,
y yo no protesté porque mantuve mi trabajo.

Entonces vinieron por el Colegio de Abogados,
y yo no protesté porque no soy de esa elite.

Entonces vinieron con el gasoducto,
y yo no protesté porque no pasaba por mi pueblo.

Entonces vinieron por el tribunal supremo,
y yo no protesté porque obedezco la ley.

Entonces vinieron por la universidad,
y yo no protesté porque era solo un grupito.

Finalmente me miré en el espejo y no hubo nada reflejado.